viernes, 1 de marzo de 2013

VOZ Y HABLA

    Bienvenidos a este blog.
    El objetivo es dar información  al visitante para que pueda mejorar la calidad de su voz y su habla. A parte de la teoría que, hoy por hoy, la puedes encontrar en numerosas paginas web, se pretende ofrecer ejercicios para que cada uno pueda desarrollar sus propias capacidades y, por supuesto, intentar solucionar cualquier duda que pueda surgir en el proceso.
   Y para empezar unos enlaces que nos ayudarán a visualizar la mecánica de nuestra voz y nuestra respiración.


    Para empezar intentaremos controlar nuestra respiración, no que nuestra respiración nos controle a nosotros. 
    Para ello vamos a colocarnos en una posición cómoda. Lo mejor es tumbarse, con las piernas flexionadas, los talones cerca de los glúteos, de tal forma que nos facilite pegar las lumbares contra el suelo. Los brazos a los lados del cuerpo a unos 45 grados y con las palmas de las manos mirando hacia el techo, así favoreceremos la colocación correcta de los hombros que suelen estar echados hacia delante.
    En esta posición elegiremos un punto en el techo donde centrar nuestra mirada y dirigir el aire que espiremos.
    Vamos a pensar que el aire que tomamos al respirar lo llevamos hacia el suelo pélvico, así, intentaremos que el abdomen, se eleve al tomar el aire y se hunda al expulsarlo.
    Vamos a contabilizar los tiempos que utilizamos para tomar aire, inspirar y para echarlo, espirar.
    Una vez que ya hemos contabilizado estos tiempos, supongamos que usamos "n" tiempos para inspirar y "m" tiempos para espirar. Pues vamos a variar esos tiempos a nuestro antojo. Podemos empezar por duplicar el tiempo de espiración y mantener el tiempo de espiración.
   Se puede inventar otras posibilidades, el objetivo de este ejercicio es, simplemente, que sepas que puedes controlar tu respiración.
   Toma aire en 5 segundos, espira en 25 segundo.
    Inspira en un solo segundo y mira cuanto puedes aguantar echando el aire muy poco a poco pero de forma continua, sin cortes.
    Tambien puedes jugar con los tiempos entre las dos acciones, dejando un silencio, una "agnea" respiratoria, donde el cuerpo se mantiene sin inspirar o espirar. Podrías ver cuanto puedes estar en "agnea" respiratoria. Tanto después de inspirar como después de espirar.

    Si te surge alguna pregunta, no dudes en hacerla.

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